Los países de
centro América obtuvieron la independencia de España en 1821.
En mayo de 1822 Agustín de Iturbide se proclamó emperador
de México y su intención era extender su imperio a todo Centroamérica.
En nuestro país, las provincias de Cartago y Heredia estrecharon
sus relaciones y estaban de acuerdo con la idea colonial de pertenecer
al imperio. Por el contrario, las provincias San José y Alajuela
se unieron en la lucha a favor de la república.
Gregorio José Ramírez, que había sido representante
por la provincia de Alajuela en la junta de legados que tenían que
decidir sobre la independencia de costa rica, se negaba a pertenecer al
imperio y comenzó los preparativos militares.
En marzo de 1823, los costarricenses que querían pertenecer al
Imperio Mexicano de Iturbide tomaron el cuartel de Cartago y proclamaron
la anexión. En esa ciudad, con don Joaquín Oreamuno como
Comandante General de las Armas, fijo la jura al Imperio para el 6 de abril.
Sin embargo, don Gregorio José Ramírez se propuso impedirlo,
enviando un ultimátum a los imperialistas el 4 de abril. Como no
se llego a ningún acuerdo, en la madrugada del 5 de abril salen
las tropas imperialistas de Cartago y legan las tropas republicanas al
páramo de Ochomogo.
Después de muchas conversaciones llegaron a un arreglo, pero
Ramírez dijo que solo aceptaba la rendición incondicional
de Cartago.
El Bachiller Rafael Francisco Osejo estuvo siempre a favor de la independice
de Centro América y estaba en contra de la anexión de Costa
Rica al Imperio mexicano de Iturbide. Ante la división política
que existía en el país en 1823 entre los que estaban a favor
de la república o del imperio, Gregorio José Ramírez
logró que Osejo fuera el presidente del nuevo gobierno de triunvirato
que se formo. Sin embargo el triunvirato no funciona y a los ocho días
fue derrocado por los imperialistas de Cartago.
La Batalla
El 5 de abril se encontraron los Imperialistas y los Republicanos en
el Alto de Ochomogo. Estos últimos resultaron victoriosos y Ramírez
siguió el camino a Cartago hasta tomar la ciudad. Después
asumió la dictadura del país, pero solo por diez días,
que fueron las idas necesarias para asegurar el orden publicado y que se
reuniera el congreso, organizado por le mismo para reorganizar el gobierno.
Esta honradez política e digna de admiración. |